miércoles, 20 de enero de 2010

Spanglish- Invasion de nuestro idioma

S P A N G L I S H

El spanglish es una forma de “casi idioma" híbrido, formado a partir del español cuando se introducen términos anglosajones sin traducir o traducidos incorrectamente.
Esta práctica es especialmente frecuente en la radio amateur , en informática y otras areas ( domèstica por ejemplo), donde continuamente se cometen atentados graves contra el idioma español.
Los que utilizan esta forma hìbrida de lenguaje , no se dan cuenta que estàn siendo sometidos lingüísticamente por el imperialismo , es una forma de invasión y marginaciòn que el hablante acepta voluntariamente , y comienza a perder con ese simple hecho , la cultura original legada por sus ancestros.
Es muy comùn escuchar: "Ve al closet y saca un sweater antes de enviar ese mail".

Afortunadamente, cada vez es mayor el número de personas que toman conciencia del valor de la lengua como bien cultural que hay que proteger y se esfuerzan por encontrar la traducción adecuada para cada nuevo término, introduciendo neologismos siempre que sea necesario, pero de forma responsable, tratando de mantener la coherencia del idioma.
El spanglish, ingañol, espanglés, o pocho (conocido asi en regiones de la frontera de Baja California, Tamaulipas y Nuevo León) es la fusión morfosintáctica y semántica del español con el inglés.
Es un fenómeno lingüístico similar al llanito utilizado en Gibraltar.
Suele confundirse con el uso de anglicismos en español.

Sin embargo, para los angloparlantes estadounidenses, especialmente en las zonas con una gran población de habla hispana, la denominación «spanglish» es dada al uso de palabras españolas —o con este origen, pero morfológicamente «anglificadas»— en frases de idioma inglés, o bien, directamente reciben el nombre de espanglish formas jergales e incluso pidgin, tal cual ocurre en California, Florida, Nuevo México, Texas y los barrios «latinos» de Nueva York, y otras ciudades.

El término es lingüísticamente impreciso; agrupa sin un criterio común al empleo de préstamos lingüísticos, normal en el desarrollo de la lengua, con el code-switching frecuente entre hablantes bilingües o en las jergas profesionales, con criterios de pureza estilística que carecen, en rigor, de fundamento científico.
El término Spanglish no está incluido en el Diccionario de la Real Academia Española.

Entre los hablantes con conocimiento de más de una lengua pero con dominio limitado de una de ellas, es normal la mezcla, a menudo inconsciente, de varios idiomas en la misma frase.
Un hablante puede decirle a otro una frase como «I'm sorry I cannot attend next week's meeting porque tengo una obligación de negocios en Boston, pero espero que I'll be back for the meeting the week after», en que va cambiando de idioma inconscientemente.

También es típica del spanglish la confusión de significados entre palabras castellanas y otras inglesas que suenan de forma parecida. Un ejemplo de esto sería la frase «vacunar la carpeta» (del inglés, vacuum the carpet) en lugar de «aspirar (el polvo de) la alfombra». Se confunde también la pronunciación, por ejemplo, «Soy bilingual; no tengo acento».

Se trataría de la apropiación de otra lengua por la necesidad de expresión de unas comunidades hispanoparlantes marginadas lingüísticamente (hasta la época actual de las "autopistas de la información") y coaccionadas mediática y burocráticamente por la comunidad angloparlante, creando formas más o menos híbridas.

El proceso inverso afecta al inglés con respecto al español por tener el inglés status de lengua franca en varias regiones del mundo.

El spanglish se da principalmente en Estados Unidos, en las comunidades castellanohablantes de algunos estados de los EE.UU., como Florida, Georgia, Texas, California o Nueva York y, por movimientos de población, también en Puerto Rico y Colombia y algunas zonas de México, y Venezuela.
Aunque también su uso es bastante común en zonas más lejanas debido a la influencia de películas, televisión o música; así como por la presencia de enclaves coloniales estadounidenes en países hispanohablantes, tales como la Zona del Canal de Panamá, donde el control estadounidense influyó en diversos aspectos de la sociedad panameña.

El uso de estructuras del inglés está también presente entre la comunidad hispanohablante de Australia.
El nivel de uso no tiene las mismas proporciones que en los Estados Unidos, pero es evidente que existe un uso generalizado en las minorías hispanohablantes de ciudades como Sydney o Melbourne, de estructuras gramaticales o léxico del inglés en su lenguaje cotidiano.
Es común oír expresiones tales como: vivo en un flat pequeño; voy a correr con mis runners; la librería de la city es grande, o de palabras tales como el rubbish bin, la vacuum cleaner, el tram, el toilet o el mobile.

El Dictionary of American Regional English recogía en 1972 los primeros ejemplos de esta habla.
La mayoría de los autores consideran que fue en realidad en los años sesenta cuando en los barrios hispanos de Miami, Nueva York y Los Ángeles se produjo la explosión del «mock», antecedente del spanglish y que, por filtración, luego se fue extendiendo por las ciudades.
Un dato interesante es que quien acuña el término por primera vez es el humorista puertorriqueño Salvador Tió en su columna titulada «Teoría del Espanglish», publicada originalmente en el periódico "El Diario de Puerto Rico" el 28 de octubre de 1948 .
Más tarde la columna aparece nuevamente en su libro «A fuego lento» editado por la editorial de la Universidad de Puerto Rico en los años cincuenta.
En su teoría, Tió explica que el espanglish es la españolización del inglés, que es lo frecuente.
Años más tarde publica en el periódico "El Mundo" el 27 de marzo de 1971, su teoría del inglañol , que es darle a las palabras españolas el sentido que tienen en inglés.
Y añade a modo de ejemplo 'Y no puedo hacer la apología del que hace una apología, en vez de una disculpa o una satisfacción. ..... Tió inventó la palabra espanglish diez o doce años antes que un conocido crítico francés, Etieble, acuñara en París el «franglais». Otros casos del spanglish se pueden observar en México. Debido a la influencia del norte hay varios verbos, como parquear (estacionar, park) o wachar (observar, watch) utilizados generalmente ya que se mezcla el idioma para acortar las palabras.
No solo se cambian las palabras, sino que se usan mezcladas con el español, creando una oración con el uso de dos idiomas. Fenómenos parecidos se observan en otros países de lengua española.
"El spanglish, el híbrido callejero de español e inglés que se ha extendido a los debates televisivos entre hispanos y las campañas de publicidad, constituye un grave peligro para la cultura hispana y para el avance de los hispanos en la corriente hegemónica de la cultura estadounidense. Aquellos que lo condonan e incluso promueven como un aglomerado inocuo ,no se dan cuenta de que estamos ante una relación fundada en la desigualdad.
El spanglish representa una invasión del español por el inglés.

La triste realidad es que el spanglish es principalmente el idioma de los hispanos pobres, que en muchos casos son casi analfabetas en ambos idiomas.
El que incorporen palabras y construcciones del inglés a su habla cotidiana se debe a que carecen de la educación y el léxico español que podría ayudarles en el proceso de adaptación a la cambiante cultura que les rodea.

Los hispanos cultos que lo emplean lo hacen movidos por otros impulsos: algunos están avergonzados de sus antecedentes familiares y se sienten enaltecidos al usar palabras inglesas y modismos traducidos literalmente del inglés.
Su idea es que al actuar así están afirmando su pertenencia al centro dominante de la cultura estadounidense.
En el plano político, sin embargo, el spanglish es una capitulación: constituye un acto de marginalización, no de emancipación.

El spanglish trata al español como si la lengua de Cervantes, Lorca, García Márquez, Borges y Paz no tuviera una esencia y una dignidad propias.
No es posible hablar de física o metafísica en spanglish, mientras que el español posee un vocabulario más que adecuado en estas disciplinas.
Es verdad que, dada la preeminencia del inglés en campos como la tecnología, algunos términos han de ser incorporados al español (es el caso de "beeper", que ha sido traducido por "bíper"). Pero ¿por qué ceder cuando podemos recurrir a palabras y expresiones españolas perfectamente correctas?

Si, como sucede con muchas de las modas de los hispanos en Estados Unidos, el spanglish se extendiera a Latinoamérica, ello constituiría el golpe definitivo del imperialismo, la imposición final de un estilo de vida que, con todo y ser dominante en el plano económico, no es en modo alguno superior culturalmente.
Latinoamérica es rica en términos que no pueden ser medidos por las calculadoras.

Sin embargo, me invade la preocupación cada vez que oigo los programas en español de las cadenas norteamericanas de televisión que trasmiten para todo el hemisferio.
El idioma de los informativos suena a español pero, si uno escucha atentamente, se da cuenta de que se trata de un inglés transpuesto (ni siquiera traducido) al español.
Los que reciben estas emisiones en México df o San Juan, ¿las escuchan atentos o riéndose?

La misma suerte de rendición tiene lugar cuando las compañías norteamericanas tratan de abrirse paso en el mercado hispano.
Me estremezco cuando oigo a un dependiente preguntar: "¿Cómo puedo ayudarlo?" (una transposición literal de la expresión inglesa "How can I help you?"), en vez de la frase "¿Qué desea?", que es la apropiada.
En un reciente vuelo a México, un sobrecargo leyó una declaración en "español" que resultaba incomprensible para cualquier mexicano, español o hispano no originario de su misma región.
Los anuncios que se exhiben en la televisión hispana y en las calles de Nueva York están llenos de errores garrafales.
Me pregunto incluso si los inmigrantes latinoamericanos más recientes pueden comprender tales expresiones.

Imagino que mis colegas medievalistas dirán que sin la contaminación del latín por las lenguas locales no existiría el español (ni el francés ni el italiano).
Ya no vivimos en la Edad Media, sin embargo, y es ingenuo pensar que podemos crear un nuevo idioma que sea funcional y culturalmente rico.
La literatura en spanglish sólo puede aspirar a una ingeniosidad de tintes rebeldes que se agota pronto. Aquellos que lo emplean están condenados a escribir, no una literatura de minorías, sino una literatura menor.

No pido disculpas por mi parcialidad profesoral: pienso que la gente debería aprender bien un idioma y que aprender buen inglés tendría que ser algo prioritario en la educación de los hispanos en Estados Unidos si aspiran, como deberían, a ocupar posiciones de influencia.

Pero debemos recordar que somos un grupo especial de inmigrantes.
Mientras que la cultura original de otros grupos étnicos en Estados Unidos está lejos en el tiempo o en el espacio, la nuestra se halla muy próxima.
La inmigración proveniente de Latinoamérica mantiene nuestra comunidad en un estado de renovación perpetua de sus raíces.
Lo último que necesitamos es que cada grupo se forje su propio spanglish, creando una Babel de idiomas híbridos.
El idioma español es nuestro vínculo más fuerte, y es vital que lo preservemos".




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